Soysolecabrera

La máscara de la mentira. Alguna vez nos ha pasado de mentir, el humano no está exento a eso. Como todo en la tierra existe la dualidad, la sombra y la luz, el día y la noche, lo masculino y lo femenino, así también existe la verdad y la mentira. Si fuésemos conscientes del drenaje energético que genera la mentira, dudaríamos en efectuarla o no. La mentira implica mucho más que una careta, implica un desgaste brutal energético y una máscara de nuestro real deseo. ¿Qué escondemos tras la máscara? La   base de la mentira radica en una falta de seguridad en nosotros mismos, en una desvalorización total o parcial de nuestro ser. Es una discordancia entre lo que somos y mostramos. ¡Cuántas veces hemos caído en la tentación de mentir! Ya sea por inseguridad, desconfianza en nosotros, por no lastimar al otro, por escondernos tras palabras y hechos no reales para no mostrar realmente quienes somos. Ya sea buscando ser aceptados o no perjudicar al otro con nuestra verdad, recu...

TE INVITO A LEER EL ARTÍCULO DONDE SE EXPONE LA PRIMERA PARTE HACIENDO CLICK AQUÍ. La intención como una semilla Si pudiésemos ver la intención personal como una semilla aún sin brotar, donde el campo de siembra fuese el campo manifestación, entenderíamos la necesidad de poder generar una tierra fértil. Hacer que la tierra sea fértil para poder crecer y desarrollarnos es nuestra responsabilidad.  Debemos fertilizar esa tierra con conductas elegidas, sin patrones mentales limitantes frente a la nueva idea, con convicción y fe de que hemos trabajado a favor de nuestro cambio de manera consciente. De esa forma la nueva semilla con nuestras intenciones comenzará a crecer con estabilidad, armonía, fuerza y constancia. En ese momento sabremos que ya está hecha nuestra parte, es de ahí en más que debemos confiar en el proceso de la creación. Permitirse SER  en todo su esplendor Dejar de controlar o imaginar de qué manera se van a dar las cosas lo único que provoca ...

Todos conocemos y sabemos lo que son las marionetas. Aquellos muñecos que cuelgan de unos cuantos hilos a una maderitas y que se mueven al unísono de las manos que los manejan. ¿Pero quién los manipula? La mente con sus anticuados y entramados trucos nos tiene encarcelados dentro de sus limitaciones. Nos manipula tal cual marionetas . Existe porque es necesaria para que podamos vivir en un mundo terrenal y desenvolvernos como los seres humanos que somos. ¿Pero que hay implícito en todo eso? En grandes porcentajes dejamos de ser nosotros para estar manejados por algo que erróneamente lo identificamos como “nosotros”. La mente con sus limitaciones, prejuicios, tabúes y miedos es una construcción ajena a nuestro ser. Es una suma incalculable de esos ingredientes nombrados anteriormente pero que vienen hace años y años plasmándose en nosotros de manera consciente e inconsciente. De generación en generación, de sociedades no vigentes con los temores de aquellos tiempos perdidos...